domingo, 20 de mayo de 2007

El "turismo residencial" y el residente

El diario digital de turismo y transportes Preferente.com publicaba hoy una noticia en la que recogía los resultados de una encuesta realizada por la Federación Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial entre los ciudadanos de la zona occidental de la Costa del Sol. Dicha encuesta revela que más del 76% de los encuestados considera "muy bien" o "bien" el impacto de la industria turística residencial en las economías y en el empleo de las ciudades donde desarrolla sus actividades (ver noticia completa aquí).

No voy a entrar en el hecho de que la federación artífice de la encuesta esté formada por los promotores de la mayoría de proyectos urbanísticos e inmobiliarios que proliferan en la costa andaluza. Tampoco hablaré de que la propia encuesta, a tenor de los datos que recoge la noticia, sólo valore la actividad urbanística en clave económica y no sus efectos en el uso de los recursos (agua, suelo...), en el impacto territorial que supone la creación de nuevos núcleos poblacionales alejados de los núcleos urbanos, en los efectos de disgregación socio-cultural que los nuevos "turistas-residentes" generan al convertirse dichos espacios en una especie de ghettos residenciales, ni en los efectos que la especulación genera en el precio de la vivienda.

No. Y tampoco voy a entrar a valorar el eufemismo que supone la utilización del término "turismo residencial" por parte de las grandes promotoras y urbanizadoras para otorgar a los macro proyectos urbanísticos una especie de función socio-económica al tratar de venderlos como dinamizadores de la economía y del empleo locales a corto, medio y largo plazo. Ni de cómo las instituciones locales y supralocales responsables también acaban utilizando dicho eufemismo para justificar las acciones urbanísticas ante los ciudadanos.

Y por supuesto, no entraré a comentar cómo bajo dicha etiqueta se está ocupando de forma masiva el territorio de Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía para conseguir que éste se acabe convirtiendo, aún a costa de su propia sostenibilidad, en lo que algunos ya han bautizado como la Florida de Europa.

Lo que realmente me sorprende de los resultados de esta encuesta (que estoy seguro daría parecidos resultados si se realizara en cualquiera de los otros territorios comentados) es la gran barrera que separa a la población local de la comunidad de científicos y expertos que analiza el fenómeno turístico y urbanístico.

Algo falla cuando los ciudadanos acaban dando el visto bueno a actuaciones urbanísticas que claramente actúan contra sus intereses a nivel económico, social y medioambiental. Algo falla cuando la propia industria turística no es capaz de rebelarse contra el abuso que, en su nombre, se hace del territorio, de la marca y de sus recursos. Algo falla cuando los diferentes niveles de la Administración Pública se enzarzan en peleas jurídico-competenciales acerca de la conveniencia de los usos del suelo en función de intereses políticos y económicos.

Definitivamente, algo falla. ¿Sabremos encontrar el fallo y acertar con la solución?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jolín, que chulo... Me parece una propuesta super interesante este blog. Ánimo con él y con todo lo demás.

Saludos desde "la ciudad podrida".

Anónimo dijo...

Uyyyyyy el temita......

Te voy a decir yo lo que falla: el gran desacierto de los poderes públicos (en este caso el PSOE, lo siento)que, supuestamente con ánimo de frenar la corrupción urbanística e instaurar un sistema eficaz de ordenación del territorio equilibrado y sostenible, promulgan una Ley (la nueva Ley del Suelo, que viene a derogar la LRSV 6/1998) que lejos de lograr estos objetivos "ideales", provocará con su entrada en vigor (prevista para julio), sin lugar a dudas, un encarecimiento de la vivienda libre y mayor y peor negocio especulativo.
Tengo curso sobre esto el día 5 junio en Madrid. Luego me tocará hacer la tourné por San Sebastián a hacer ponencias. Si acaso, ya retomaremos este asunto...
Besos

Raquel